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Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]
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La Mansión Encantada

Calaverita Literaria al Carnicero del Callejón de la Delgadina

sábado, 31 de octubre de 2009



La muerte al Carnicero fue a visitar
para llevárselo al más allá...
pobre muerte no lo pudo levantar,
tuvo que dejarlo y ponerlo a rebajar.

- ¿Dónde esta tu esposa? —le preguntó la muerte—,
- Está en el establo de atrás —le respondió indiferente—,
- ¡Y está tan flaca como tú! —insolente agregó—
y la muerte enojada ¡se lo chingó!.
Escrita y enviada por:
Sergio Gómez Sandoval/Colima, Méx.

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el sábado, octubre 31, 2009 0 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Calaveritas Literarias

Calaverita a Jazmine Dguez./Lilith†La†Enemiga†d†Eva



¡Pobre de mi amiga Jaz!
la sangre nunca me pudo chupar...
la huesuda vino y se la llevó
cuando estaba escribiendo en su blog.

Ya estando en el cementerio
se creía una muerta diosa,
pues tenía mucho asedio
de pura calaca chismosa.

Se esfumó su fantasía
que era el ser actriz,
pues se fue a la funeraria
con todo y su cicatriz.
Escrita y enviada por:
Sergio Gómez Sandoval/Colima, Méx.

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el sábado, octubre 31, 2009 1 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Calaveritas Literarias

Calaverita Literaria a 'La Mansión Encantada'

viernes, 30 de octubre de 2009



Llegó la Muerte a "La Mansión Encantada"
a pasar lista a las ánimas que ahí habitaban
al entrar encontró a la muñeca de Lú
y de inmediato le imploró: - ¡Hey!, no me lleves tú.

La Muerte la ignoró y siguió su andar de largo
encontrando un gran espejo en el salón de estar,
en su reflejo Verónica despertaba de su letargo
quien la desafió a repetir su nombre 9 veces para jugar.

La Muerte le advirtió que no osara en retarla,
pero el Fantasma de la Carretera robó su atención
cuando notó que en torno a ella hay más de una versión...
pero antes de averigüarlas todas prefirió perdonarla.

Y así llegó la Muerte de pronto a la cocina,
ahí un pequeño ente sediento leche le pidió,
por lo que la Muerte se conmovió con esa niña
y ¡dos vasos enormes de leche le sirvió!.

Contemplándola estaba cuando entró una joven mujer
con el cabello húmedo y que vestía a la moda de los años 80s.
la Muerte la reconoció porque llevaba todas las chamarras puestas
y le preguntó si una de éstas podría ella poseer.

El Fantasma de la Discoteca Androides se la obsequió,
y la Muerte la perdonó (creo que esto ya era de adivinar).
Mariana, que observaba todo desde el balcón, inquirió:
- Si yo también te regalo algo particular, ¿a mi casa me podrías llevar?

- ¡Ni lo pienses! —le respondió la Muerte a Mariana—
y atravesó la mansión un tanto enojada,
cuando llegó al cuarto de lavado, a un niño encontró
metido en la lavadora y la Muerte, del asombro, por un momento enmudeció.

Más adelante una mujer 'Trenzona' con la Muerte se quejó
pidiéndole sacar al niño para no tener que lavar de rodillas por la mañana.
La Muerte fastidiada por tantas quejas, a todos amenazó
con sacarlos de la Mansión para enfilarlos con la "Santa Compaña".

Pero para quitarle el malhumor, todos al unisono la invitaron
al Morbido Film Fest México del Cinemark
y la Muerte feliz del detalle que le brindaron
aceptó gustosa y partieron juntos y felices al CNA.
Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el viernes, octubre 30, 2009 3 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Calaveritas Literarias

El Callejón de la Delgadina



La diabólica imaginación de Edgar Allan Poe y la narración fantástica de H.G. Wells pueden ser comparadas con la siniestra historia del Callejón de la Delgadina.

Esta historia tiene su origen en el callejón que nace en la antigua Calle de Santa Ana (hoy llamada Guerrero), cruzando la calle de San Joaquín (ahora conocida como Arteaga) y termina en el pequeño arroyo llamado actualmente "La Tórtola", a pocos metros al norte del puente de Gómez Farías. Este vecindario junto con el de Águila de Oro se distinguían de otros por las narraciones espeluznantes de las que fue escenario esta sección del sureste de Saltillo, Coah. México.

En el año de 1786, en el callejón de "La Delgadina", vivió un carnicero en una casa grande y sombría, la cual, tenía más establos y pesebres que recámaras. Por su original estatura, al carnicero lo llamaban peyorativamente "el Gigante Severo", ya que siempre usaba una camisa y un pantalón que cambiaba una vez al mes, haciendo lucir sus ropas generalmente cubiertas por enormes manchas de grasa de los animales que destazaba para la venta de carne en su negocio.

Juan Crisóstomo Sánchez, como así se llamaba, aparentaba tener alrededor de 38 años de edad y, a despecho de su excesivo peso, no parecía ser muy viejo. Estaba casado con la hija de un portero que vivía en el mismo vecindario. Ella se llamaba Isaura Delgado y era de una edad mucho menor que la de él, pero no por eso era menos robusta y fuerte. Por su cutis bronceado y su larga cabellera trenzada, misma que le llegaba hasta los zapatos, obtuvo el despectivo nombre de "La trenzona".

La pareja era muy popular en el vecindario, pues aparentaban ser muy felices. Los domingos, cuando salían fuera para pasear, su poco común estatura y corpulencia atraían considerablemente la atención.

Tras haberle dicho alguien a Juan que existía algo entre su esposa y el empleado que ocupaba para freír carne, éste no tardó mucho para comprobarlo, pues por sopresa, una tarde encontró a su esposa en los brazos de su amante.

Mucha gente solía pararse en el umbral de la vieja puerta de la casa de Isaura y la veían debajo del puente de Tacubaya de rodillas lavando, con su pelo trenzado cayendo completamente sobre su espalda y amontonado sobre sus tobillos, pero luego de que el carnicero descubrió la infidelidad, por varios meses, "La Trenzona" no fue vista y los vecinos comentaban acerca de su repentina desaparición. Si nadie supo de la muerte de Isaura, entonces ¿dónde estaba ella?. Esta pregunta se hacía seguido por los vecinos del callejón, pero nadie podía encontrar una respuesta adecuada.

Hasta que, una mañana, corrió el rumor de que, en un ángulo del arroyo de la Tórtola, el cuerpo de Isaura Delgado había sido encontrado casi irreconocible y que se dedujo que era ella por lo extraordinario del largo y espeso cabello; ¿qué le había pasado?, la gente se preguntaba, y alguien reveló la historia entera del castigo que, de una muy inhumana y cruel manera, el carnicero había dado a la infortunada "Trenzona".

Se decía que el marido rencoroso había dejado a su esposa en uno de los más apartados cuartos de la casa, ahí la tenía desnuda y colgada de su cabello, el cual había dividido en cuatro partes y cada sección sujetada de los cuatro picos de la ganzúa con la que comúnmente él usaba para colgar carne vacuna y quedando suspendida a una pulgada del suelo, dándole la ilusión de tocarlo con la punta de los pies. Después de conservar su colgadura ahí por varios meses, y dándole sólamente migajas de pan y agua, llegó el día en que Isaura comenzó a cambiar su aspecto, antes robusto, a una lamentable figura. Así pasaron los días hasta que la pobre mujer llegó a ser un esqueleto y murió.

Cuando ella fue encontrada, la gente decía que era un montón de huesos envueltos en una arrugada y amarillenta piel.

El carnicero desapareció del pueblo y nadie supó de su paradero. Luego de esto la gente empezó a llamar al callejón con el nombre de "La Delgadina". No se sabe si este nombre fue originado por el apellido de la protagonista de esta historia (Isaura Delgado), o por el estado en el que la pobre mujer quedó ante la cruel venganza de su esposo.
Leyenda enviada por: Mónica Lee/Saltillo Coah., Méx.
Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el viernes, octubre 30, 2009 4 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Cuentos de Terror

¡Se inauguró MORBIDO FILM FEST MEXICO en la Ciudad de México!



A tí que te gusta el terror, Mórbido Film Fest by Spiderland te invitan a Cinemark Centro Nacional de las Artes (CNA Río Churubusco s/n, esq. Canal de Miramontes, Country Club, Coyoacán. A unas cuadras del metro General Anaya) los días 30, 31 de Octubre, 1 y 2 de Noviembre.

¡Checa la programación dando un click aquí!

El costo por entrada es muy accesible ($38.00)


¡Aprovecha esta increíble oportunidad de disfrutar del 
Cine Fantástico y de Terror!


Aquí te damos nuestras recomendaciones:

Trick'rTreat
Dir. Michael Dougherty

Sinopsis: Las tradiciones de Halloween han sido creadas para protegernos del mal y un pequeño pueblo aprenderá una lección sobre cómo algunas tradiciones es mejor no olvidarlas. Cinco historias entremezcladas tiene lugar en la misma manzana de un pequeño pueblo durante la noche de Halloween. Una pareja descubre lo que pasa cuando se golpea una calabaza, un director de instituto lleva una vida secreta como asesino en serie, una estudiante virgen conoce al tipo ideal para ella, un grupo de adolescentes descubre la verdad que se encuentra detrás de una leyenda local y un viejo solitario recibe una visita especial de truco o trato.


The Midnight Meat Train
Dir. Ryuhei Kitamura

Sinopsis: La búsqueda obsesiva de un fotógrafo sobre material de las calles y el subterráneo, lo conducen al camino de un imparable asesino serial. Este asesino es un criminal silencioso, que acecha por la noche a los últimos viajeros del metro matándolos como ganado y preparándolos para alimento. ¿Para qué... o para quién? Su fascinación ante asesinos lo lleva a lo más profundo y entrañable del metro subterráneo en un abismo de pura maldad.


No Do: Milagros Prohibidos
Dir. Elio Quiroga

Sinopsis: Francesca es una joven pediatra que se muda con Pedro, su marido, a una nueva casa en el campo para intentar olvidar un trágico evento que ha marcado sus vidas. Pero desde el momento en que entra en la nueva vivienda, Francesca empieza a vivir extraños fenómenos de naturaleza inexplicable que amenazan con acabar con su cordura. La respuesta a estos enigmáticos hechos parece encontrarse oculta en un "No-Do secreto".


Mulberry Street
Dir. Jim Mickle

Sinopsis: Una terrible infección se desata en Manhattan convirtiendo a los humanos en una especie de criaturas similares a ratas sedientas de sangre.


Instinto Siniestro
Dir. Alexandre Bustillo / Julien Maury

Sinopsis: Una mujer que lo ha perdido todo, tras un accidente ocurrido cuatro meses atrás en el que murió su esposo, se aferra a su embarazo para seguir adelante. Cuando está a punto de dar a luz, aparece una extraña en su casa para perseguirla y torturarla en su propio hogar. La desconocida parece que no descansará hasta robarle al hijo no nato y entre las dos mujeres comienza una batalla que terminará con funestas consecuencias para más de uno de los involucrados.


Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el viernes, octubre 30, 2009 0 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Noticias

El Cementerio de Mondariz

jueves, 29 de octubre de 2009



Tenía 21 años cuando esto ocurrió, ahora tengo 35 y aún me dan escalofríos de pensarlo. Me tomé una semana de vacaciones en mi trabajo y me fui a la bella Pontevedra (Galicia), con cuatro amigos más.

Estuvimos visitando sus grandes vistas y a los dos días decidimos visitar pequeños pueblos del alrededor de Pontevedra. Estuvimos en Mondariz, una pequeña localidad habitada por campesinos y vendedores, muy bonita.

Llegamos de noche y decidimos alojarnos en el único hotel del pueblo, situado en las inmediaciones de un bosque bastante extenso, Juan, uno de mis amigos, decidió salir al bosque, pero la mayoría nos negamos, realmente nos asustaba salir en mitad de la noche, y más en tierras gallegas, donde la magia y lo enigmático se apodera de cada rincón.

Pero cerca de la una de la madrugada, de nuevo, Juan, nos volvió a insistir con la misma pregunta, se estaba haciendo pesado, además no podíamos dormir, eso hizo que nos aventuráramos desgraciadamente al bosque.

Al cabo de un recorrido de más o menos un kilómetro, encontramos un pequeño cementerio, lo rodeaba una reja de hierro forjado, con una puerta principal. Entramos y vimos únicamente lápidas y tumbas semiabiertas, el cementerio parecía estar abandonado, al principio no se nos ocurrió nada de nada, pero al salir del campo santo vimos a un señor correr y, sin parar de correr ni un instante, nos dijo que nos escondiéramos, ya que si no lo hacíamos, moriríamos. Nosotros nos empezamos a reír de él mientras se perdía en la oscuridad, y al recorrer unos pocos metros, escuchamos una especie de murmullos, al prestar más atención vimos un resplandor que se acercaba al mismo tiempo que escuchamos unos pasos, pasos de personas. Entonces sí que nos asustamos, instintivamente y como si todos hubiéramos quedado en acuerdo entramos al cementerio de nuevo para escondernos. No quisimos mirar para ver qué era, sólo estábamos callados y sentimos cómo, cerca de nosotros, pasó un grupo de gente y luego cómo los pasos se fueron alejando. Durante los intensos momentos sentimos todos un olor a corrompido y quemado.

Cuando ya no escuchamos nada más salimos y más adelante vimos unas huellas de pasos marcados en el húmedo suelo; se podía apreciar perfectamente que había pasado un grupo de gente y que su rastro se dirigía, justo, en la misma dirección donde se había escondido aquel señor que se fue corriendo. Finalmente salimos del bosque, a eso de las cuatro de la madrugada para regresar lo antes posible al hotel.

Al entrar había un anciano, que nada más de vernos se puso a gritarnos, pidiendo explicaciones del por qué salimos de noche al bosque. Le contamos lo sucedido y él empezó a rezar. Nos dijo algo así como que estábamos vivos de milagro. Él nos explicó que se trata de una vieja leyenda de las enigmáticas tierras del norte de España, según nos dijo, por la noche pocos son los valientes que se adentran en las profundidades de los bosques gallegos y menos en luna llena, ya que puedes encontrar la muerte y vagar como alma en pena si te encuentras con ella, con la Santa Compaña, si te ve, te entregan un hueso encendido, a modo de antorcha y te unes a ella para vagar durante el resto de la eternidad junto a ella, no se puede mirar, pero si te atreves a hacerlo deberás dibujar un círculo en el suelo y permanecer dentro hasta que pase de largo, por delante de tus ojos, y si no te atreves a mirar escóndete y reza, reza mucho para que no te vean. También nos dijo que ese cementerio estaba ahí sólamente para los que fallecían víctimas por la Santa Compaña, mismos que dicen estar maldecidos y por eso está tan escondido y apartado del pueblo. ¿Y los pasos que escuchamos?, según el anciano pueden ser dos cosas: la primera  es que sean los pasos de la Santa Compaña o las ánimas que pasaron cerca de nosotros, o bien, que las almas de los difuntos corrían huyendo de ella.

No sabemos lo que realmente sucedió esa noche, pero nunca supimos nada de aquel señor que desapareció huyendo entre la oscuridad de aquel bosque maldito…

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el jueves, octubre 29, 2009 2 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Cuentos de Terror

Mariana

martes, 27 de octubre de 2009

Estaba yo un día comiendo en un restaurante con mis compañeros de trabajo. Recuerdo que me encontraba frente a uno de los televisores del mismo, pero nuestra entretenida conversación hacía que no estuviera atento en absoluto a lo que allí se narraba. Sólo cuando ví la fotografía de una vieja amiga quedé sorprendido, al mismo tiempo que preocupado, al referirse a una misteriosa desaparición de la misma desde hace unas semanas y de los desesperados esfuerzos de su familia por encontrarla.

Como comento, esta vieja amiga llamada Mariana, había llegado a conquistar mi corazón en un tiempo pasado, pero seguimos rumbos distintos en la vida y perdimos el contacto, pero se me comprenderá al decir la fraudulenta sorpresa que para mí supuso aquella noticia que hablaba acerca de su desaparición.

No obstante, mis menesteres laborales permitieron que aquel suceso cayera en el profundo abismo de los recuerdos perdidos. Pero una noche de sábado otoñal que me hallaba solo en mi casa, quizás leyendo algún viejo libro, oí el timbre de mi puerta sonar. No esperaba a nadie, por lo que mi sorpresa fue mayúscula, de modo que no dudé en mirar a través de la mirilla de mi puerta, y un sentimiento de suma alegría me inundó al poder reconocer el rostro de la perdida Mariana.

La invité a casa a cenar y mantuvimos una amena conversación como las que solíamos tener en el pasado, pero no pude evitar recordarle el suceso que había podido ver en la televisión acerca de su desaparición. Casi avergonzada, me dijo que sabía perfectamente el daño que había causado a su familia por este motivo, y me confesó que realmente había ido a mi hogar porque deseaba que la llevara de regreso a su casa. No quise preguntarle más acerca del asunto, y acepté conducirla al día siguiente a su domicilio cuando hubiéramos descansado algo, pues la madrugada se hallaba avanzada.

A las diez de la mañana del día siguiente partimos en mi coche, y un sentimiento de desesperación, cuya causa me era desconocida, se apoderó de mí, por lo que cometí algunas imprudencias con el automóvil. Llegamos cerca de una zona donde un magnífico lago reinaba sobre el paisaje, y mi amiga Mariana me pidió que parara un momento. Me insistió tomándome de la mano que la acompañara a través de los escabrosos matorrales que conducían a una especie de precipicio, en cuya parte inferior se hallaba el agua virgen del lago. Llegados al borde del barranco, no pude evitar la tentación de asomarme, en el instante en el que noté que la mano de Mariana dejaba de tomar la mía.

Sería inútil intentar explicar con las palabras justas el horror que me inundó al contemplar la macabra y horripilante escena que apareció ante mis ojos. Un cuerpo semidesnudo, enfundado en un saco de plástico transparente, se hallaba en la parte inferior del precipicio y en un avanzado estado de putrefacción, pero a pesar de su lamentable apariencia, sabía perfectamente de quién se trataba.

Sumergido en un estado que rozaba el ensueño sólo pude oír nuevamente, casi susurradas por el viento, unas palabras de ultratumba que reiteraban: - "¡llévame de vuelta a casa!, ¡llévame de vuelta a casa...!" y, casi sin poder mover mis extremidades, giré mi cuello, pero la única compañera que hallé en aquel horrendo paraje, fue a mi propia sombra.

Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el martes, octubre 27, 2009 0 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Relatos Inexplicables del Más Allá

El Fantasma de la Discoteca Androides

lunes, 26 de octubre de 2009

En los años ochenta, la discoteca Androides era una de las más conocidas de la ciudad. Estaba situada en la Calle Alfares muy cerca de un cruce de calles denominado popularmente Cuatro Caminos. Muchos son los hechos extraños que se contaron acerca de ese local. Algunos hablaban de vasos que se estallaban sin que nadie los tocara. Una joven describió perfectamente cómo de los azulejos de las paredes del cuarto de baño brotaban chorros de sangre. Alguien contó que durante una falla de energía eléctrica, mientras se celebraba la llegada del año nuevo, un frío intenso recorrió todo el local e hizo que las copas se congelaran en las manos de la gente en cuestión de segundos, pero sin duda, la historia más extraña y terrorífica de la que tenemos noticias, y que según muchos fue la causa de su cierre, fue la historia que narramos a continuación con nombres supuestos ya que los protagonistas pertenecen a una familia muy conocida en esa localidad.
La noche de un sábado cualquiera de invierno, Pablo conducía su moto hacia la discoteca Androides. Aquella noche, sus amigos no habían regresado de Madrid, pues estaban allí estudiando, pero Pablo decidió tomar una copa con la esperanza de encontrar otra alma solitaria con quien hablar. De repente, cuando enfilaba la calle Alfares, un fuerte aguacero comenzó a caer sobre la ciudad. Pablo estaba muy cerca de la discoteca, así que aparcó su moto en un callejón cercano llamado Cerrillo de San Roque y bajo una cornisa comenzó a atar con su cadena los radios de la moto al poste de una señal de tráfico. De repente un escalofrío rozó su nuca y miró atrás. La sombra de una mujer de unos veintitres años, vestida con una leve blusa de seda y una falda también de tela muy ligera estaba observándolo. La chica estaba totalmente empapada. El agua caía de su pelo negro y lacio sobre sus hombros, y el color de rímel de sus ojos formaba un reguero de lágrimas negras sobre su cara. Pablo, se puso en pie y viendo que la chica temblaba, se quitó su chaqueta motera de cuero y se la echó encima. Pablo se ofreció a llevarla a su casa, pero ella se negó, así que la invitó a entrar a la discoteca y tomar una copa. La cara de la muchacha era pálida y triste, pero esbozó una leve sonrisa y entró junto con el chico al local. Allí conversaron durante horas y casi a las cinco de la mañana Pablo y su recién conocida montaron en su moto dirigiéndose hasta el domicilio de ella: una pequeña casa baja, en la calle de la Luna.

Allí en la puerta, la muchacha, cuyo nombre no había preguntado, le dió un pequeño beso en la mejilla y le entregó una fotografía. Al día siguiente, Pablo, muy ilusionado por tener una nueva amiga, que además le gustaba como no le había gustado otra mujer en su vida, se encaminó hacia la casa de ésta. Tras varios toquidos a la puerta, una mujer de unos cincuenta y muchos años le atendió en la entrada. Debido al parecido de ella con la chica, él asumió que era su madre, por lo que le preguntó: - ¿Está su hija?, a lo que la mujer contestó: - No haga usted bromas, joven, mi hija murió hace tres años en un accidente de moto. Pablo no daba crédito a lo que oía. La foto que había colocado bajo su almohada coincidía con una foto que le mostró aquella triste señora. Pablo no se resignaba y creía que todo era una macabra broma. Tan empeñado estaba Pablo en su afirmación que la mujer le acompañó hasta el cementerio. Allí sobre una tumba con el nombre de su amada estaba colocada la chaqueta que la noche anterior él le había prestado.

Ahora Pablo continúa en tratamiento psiquiátrico y tras conocerse la historia que incluso salió publicada en la prensa local, la discoteca Androides cerró. La joven fantasma dicen que hoy sigue vagando por la zona puesto que ya se les ha presentado a varios jóvenes que, después de encontrar su abrigo o chamarra en el cementerio, no han vuelto a ser los mismos.
Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el lunes, octubre 26, 2009 0 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Cuentos de Terror

La Leyenda de la Niña Sedienta


Fernanda se quedó en las vacaciones de verano estudiando porque reprobó unas materias en la universidad. Ella compartía un pequeño departamento con una compañera de clases que era muy desordenada y que casi nunca estaba en la casa.

Una de esas noches, en las que Fernanda se quedó sola, escuchó unos golpes secos en la entrada de su casa, ella, un poco extrañada por lo que oyó, salió a ver para averiguar. Cuando abrió la puerta, sólo apareció una pequeña niña de cabello rubio. En sus ojos destellaba la inocencia. La niña le pidió a Fernanda  un poco de leche, ya que tenía mucha sed y Fernanda, como buena persona, le ofreció pasar. La niña aceptó y se sentó en una silla que había en la cocina. Fernanda le sirvió la leche y la dejó sola unos instantes, pero al regresar, no había rastro de que la niña estuviera.

Al año siguiente, en la misma noche, se escuchó que llamaron a la puerta a la misma hora, Fernanda abrió y era la misma niña; al parecer no había crecido, su cabello estaba igual y vestía las mismas prendas.

Fernanda le ofreció pasar de nuevo, le dio el vaso de leche que le pidió, la dejó sola un breve momento y, al regresar, ésta había desaparecido nuevamente. Fernanda, decidida a saber qué estaba ocurriendo, al día siguiente va a la estación de policía y da la descripción de la niña, pero le informaron que no había nadie extraviado con esos detalles.

Fue a un orfanato donde proporcionó las mismas señas, fue entonces que la madre superiora le dijo que habían albergado a una niña con las mismas características en ese lugar, ésta se llamaba Ana, pero que había muerto por causas desconocidas; Fernanda, al oír esto, se le erizó la piel y se fue de regreso a su casa.

Al año siguiente vuelve a aparecer Ana. Fernanda, temblando de miedo, hizo la misma rutina: le sirvió un vaso de leche, la dejó sola un momento, pero esta vez, al regresar, Ana había dejado una nota, en la que se leía:

"Gracias por ayudarme, ahora tendré que regresar al infierno con el alma de las personas que no quisieron hacerlo".

Fernanda se salvó por compasiva.
Ilustración: "Ghost Girl" de Mark Ryden
Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el lunes, octubre 26, 2009 4 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Leyendas Urbanas

El Fantasma de la Carretera

domingo, 25 de octubre de 2009



Es posible que esta sea una de las leyendas que han perdurado con fuerza durante el paso de los años. Incluso existen versiones muy antiguas, en las que la joven pálida y silenciosa se aparecía en las oscuras curvas de caminos sinuosos y eran auxiliadas por jinetes o carruajes. No se sabe muy bien dónde y por qué motivos comenzó esta leyenda, pero sin duda, la noticia corrió como la pólvora y hoy en día, no hay comarca que se precie que no tenga su propio "Fantasma de la Carretera". En la gran mayoría de versiones, todas comienzan del mismo modo, una solitaria carretera en la que se aparece haciendo autoestop una joven, generalmente de blanco y con mirada perdida; en otras versiones tan sólo está ahí, sin hacer ningún tipo de gestos. Los conductores, cómo no, auxilian a la joven y a partir de aquí, se multiplican los finales. En unos, la joven avisa que tengan cuidado porque en esa curva se mató ella, en otras, mueren todos los ocupantes y en las menos, simplemente les acompaña durante un rato del trayecto hasta que desaparece de repente.

Verdad, mito, leyenda… lo único cierto es que el Fantasma de la Carretera está tan enquistado en el imaginario colectivo, que si una joven de blanco se pone a hacer dedo en alguna carretera solitaria, muy pocos valientes serán los que paren de tan sólo recordar este viejo mito.

Por la red se pueden encontrar algunos videos, todos bastante tenebrosos. Les dejo el portugués, que es el más famoso de todos; ingresen al video dando un click aquí.
Ilustración y Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el domingo, octubre 25, 2009 2 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Cuentos de Terror

Nueve Veces Verónica

Esto es justo lo que nunca debes hacer: ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. No serías el primero que se ríe al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas. Muchos antes que tú, han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quiénes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafío, han cargado con una maldición terrible.

¿Quién es Verónica? O mejor dicho, ¿quién era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada. Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.

Sin embargo, Verónica aún no descansa en paz. Su espíritu está condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el "Más Allá", como le sucedía a ella en la vida real.

Ana era una chica de la edad de Verónica que conoció la leyenda en su instituto. Sus amigos la desafiaron, diciéndole que no se atrevía a decir 'Veronica' nueve veces ante el espejo. A ella le daba miedo, pero venció su terror porque le avergonzaba quedar mal ante todo el mundo. Una compañera fue a los servicios de esa planta del instituto para comprobar, entre risas, si cumplía la prueba. Lo hizo, no paso nada y el grupo lo olvidó enseguida. Menos Ana. Para ella la auténtica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama, cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oía cerca de la nuca, mientras sentía como si alguien respirara en su cuello. Aterrada, se levantó y encendió la luz. Allí sólo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche. Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie. Estaba muerta de miedo, y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando entró al baño, hacía mucho frío (como estaban en invierno no le dió importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpió con la mano para comprobar horrorizada que tras ella había una chica que no había visto jamás, con una expresión de espanto y sangre en la cabeza. Fue sólo un instante. Cuando se volvió a mirar, ya no había nadie. Ana rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, cuando se volvió hacia el espejo vió algo que la dejó helada. Al borrarse el vaho una frase había permanecido escrita: 'Soy Verónica. No debiste invitarme a volver'.

Ana no pudo soportarlo. Hoy pasa sus días encerrada en un manicomio, y sólo habla para jurar y perjurar que el fantasma de Verónica la sigue atormentando.
Ilustración y Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el domingo, octubre 25, 2009 5 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Leyendas Urbanas

La Lavadora Asesina

sábado, 24 de octubre de 2009



Hay que tener mucho cuidado con las amenazas que preferimos, puesto que existe el peligro de que alguien se las tome al pie de la letra y las lleve acabo por nosotros. En definitiva la historia es bien cortita. Se trata de una madre, desesperada porque su hijo pequeño se orinaba continuamente, lo amenazó con meterlo en la lavadora si lo volvía a hacer. El caso es que el hermano mayor (de unos 8 años) escuchó esta conversación por casualidad, y tomó buena nota de ella.

Un día en que la madre había salido, el hermano pequeño tuvo la desgracia de volver a hacerse pipí, y el hermano, deseoso de darle una alegría a su madre, lo introdujo en la lavadora y la puso en marcha. La madre a su regreso no pudo hacer nada, salvo que contemplar la desgracia impotente, mientras que el hermano mayor esperaba una recompensa por su hazaña.
Ilustración y Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el sábado, octubre 24, 2009 2 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Leyendas Urbanas

La Muñeca de Lu


Lu era una niña muy alta para su edad, era verdaderamente una niña preciosa. Todo el barrio lo decía, incluso en el colegio los profesores le tenían admiración. A algunas chicas de la clase no les hacía ni pizca de gracia, pues todos los chicos iban tras ella. Pero Lu era una chica de buen carácter. Muy vital y simpática, agradable para todo el mundo. Un día, al salir de la clase de violín que tenía en el colegio, se encontró en frente de la puerta una preciosa muñeca. Tenía los ojos azules y el pelo rojizo, y llevaba un vestido largo y negro. La chica se quedó maravillada con la muñeca y se la llevó a su casa. La puso encima de la cama de su habitación. Las semanas transcurrían y Lu cada vez estaba más cansada de ir al colegio. Quería que llegaran ya las vacaciones. Una tarde mientras hacía los deberes en el comedor, oyó un ruido del piso de arriba, que provenía de su habitación, subió para ver que ocurría, y vió a la muñeca tendida en el suelo. La recogió y la volvió a colocar en su sitio. Pero al primer paso otro sonido se oyó en la habitación. La muñeca había vuelto a caer y la ventana, aquella que había cerrado al amanecer, ahora estaba abierta sin más. A partir de aquel día Lu no volvió a ser la misma, sus familiares no sabían qué le ocurría, pero siempre estaba nerviosa y asustada, además de que las últimas semanas habían sucedido unas serie de extraños acontecimientos. La muñeca cambiaba de sitio constantemente sin que nadie la tocara, cuando ella hacía los deberes en su habitación sentia cómo los ojos de aquella muñeca se le clavaban en la espalda, le desaparecian objetos, las luces se encendían y se apagaban solas, por la noche habían ruidos extraños que no la dejaban dormir... Hasta que llegó la gran desgracia, un domingo Lu se despertó como de costumbre y se horrorizó al ver su colcha manchada de sangre al igual que sus manos y en el suelo había pisadas de sus zapatillas.

Se lavó en el baño y bajó nerviosa. Allí su abuela le dió la mala notícia: sus padres habían sido asesinados. La chica no reaccionó y la abuela se la llevó con ella, no le dió tiempo de recoger nada. Pero cuando llegó a la casa de su abuela la muñeca yacía en la habitación. La niña la tomó y la estampó contra el espejo, entonces una voz que venía de dentro de la muñeca le dijo: - Lu, ¿por qué me haces esto?, ¿es que ya no me quieres?. La chica se desplomó allí mismo. A la mañana siguiente se volvió a encontrar la colcha llena de sangre y salió hacia fuera, allí una brigada policiaca investigaba el cadáver de su abuela. La policía pensó que había sido Lu quien había cometido los asesinatos y la encerró en un centro de menores, en una celda sin salida, sólo con una entrada. Una noche después de llorar sin parar, Lu dormía profundamente en la cama, pero una voz la despertó: - Lu, ¿estás bien? ¿por qué has llorado?.

Ella abrió los ojos y de repento vió a la muñeca frente a ella, se puso a gritar.

- No tengas miedo, ¡sólo quiero llevarte a un sitio mejor! —le dijo la muñeca—. Lu lloraba de desesperación mientras la muñeca se iba acercando cada vez más.

Al día siguiente en el periódico anunciaban que la niña que asesinó a sus padres y, posteriormente, a su abuela, se había suicidado en la misma celda, con un cuchillazo, después de unos desgarradores gritos.

Ceci era una chica muy atractiva y lista. Le gustaba mucho leer y tenía un montón de amigos. Un día al salir de su clase de ballet se encontró una hermosa muñeca. Tenía los ojos azules y el pelo rojizo, llevaba un vestido negro largo...
Adaptación: Jazmine Dguez.
[bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva]

Publicado por: Jazmine Dguez. [bajo el pseudónimo de Lilith†La†Enemiga†d†Eva] en La Mansión Encantada© el sábado, octubre 24, 2009 4 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]

Etiquetas: Cuentos de Terror

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