La Historia de Madame Lalaurie, es una de las más conocidas historias de la ciudad de New Orleans. Esta tragedia habla sobre el brutal trato que le fue dado a un grupo de esclavos. Todo comienza en el año 1832 cuando el Dr. Louis y su esposa Delphine Lalaurie se mudan a la mansión en El French Quarter, dentro de dicha localidad. Empezaron a ser conocidos por sus fiestas sociales y eran respetados por la gran riqueza que poseían. Madame Lalaurie fue conocida por ser la mujer más influyente de la ciudad. La gente que era invitada a las fiestas conocían la hermosa casa de tres niveles y sus lujosas decoraciones. En estas fiestas los invitados eran tratados con gran cuidado y siempre se les intentaba complacer en todo. Los que conversaban con Madame Lalaurie se quedaban impactados por su belleza y su inteligencia y no dejaban de hablar de ella durante la fiesta.
Pero ese era el lado que les permitían ver. Había otro lado más oscuro. Debajo de la tela elegante de su increíble vestido, había una mujer cruel de sangre fría.
La Mansión Lalaurie era atendida por docenas de esclavos y Madame Lalaurie era muy cruel con ellos. Mantenía a su cocinera amarrada a la chimenea de la cocina con cadenas, otros esclavos eran tratados aún peor. Fue una vecina de Madame la que empezó a sospechar que algo no iba bien en la Mansión. Existían muchas sospechas a causa de la rapidez con la que los esclavos eran contratados en la casa. Las sirvientas eran reemplazadas sin ninguna explicación, el chico que cuidaba el establo un mal día desapareció y jamás lo volvieron a ver. Hasta que un día un vecino que iba subiendo las escaleras de su casa escuchó un grito desesperado y desde su ventanal vió a Madame Lalaurie sosteniendo un látigo y corriendo tras una indefensa niña, ambas estaban en la azotea de la mansión, el vecino siguió con la vista a Mdme. Lalaurie y a la niña y allí pudo ver cómo la pequeña saltó al vacío; posteriormente, fue también testigo cuando la niña era enterrada en el jardín de la mansión. Los vecinos denunciaron este hecho y el matrimonio se vió obligado a vender los esclavos. A pesar de esto, Madame consiguió que un familiar los comprara y se los devolviera en secreto.
Después de este suceso nadie asistía a los eventos de La Mansión Lalaurie. La familia fue ignorada.
Un día, un terrible incendio se propagó por la mansión. Según se cuenta que, la propia cocinera, harta de los maltratos y abusos a los que era sometida, fue la que provocó el siniestro. Después de apagar el fuego, los bomberos descubrieron una puerta secreta en el ático, al entrar se encontraron con docenas de esclavos amarrados a la pared en condiciones bastante lamentables. Otros fueron hallados atados a mesas de cirujano con las intervenciones quirúrgicas más macabras y aberrantes que la mente más retorcida pueda imaginar. Algunos más fueron encontrados con los ojos o la boca cosidos, otros presentaban amputaciones por diferentes partes del cuerpo, practicaron operaciones de cambio de sexo y cualquier tipo de operaciones monstruosas que se les ocurría. Se encontraron también a muchos de estos esclavos metidos en jaulas para perros. Habían restos humanos en estado de descomposición por todas partes, así como también cabezas y visceras metidas en jarras. Algunas de las mujeres tenían el estómago abierto y sus intestinos enroscados en sus propias manos. Los hombres estaban en peores condiciones: sus uñas habían sido arrancadas, sus ojos extirpados y sus genitales amputados. Cuando llegaron los bomberos aún habían personas vivas.
Madame Lalaurie y su familia huyeron, unos dicen que a Francia y otros que se fueron a vivir al bosque cerca de un lago. No existen archivos en los que se compruebe que fueran castigados por los crímenes cometidos. El matrimonio desapareció como por arte de magia.
Después de esto la mansión fue saqueada y durante un tiempo estuvo habitada por vagabundos que iban allí a pasar la noche. Se decía que la gente que entraba ya no volvía a salir. Los vagabundos que han podido huir, dicen que espectros se les aparcen en toda la casa. Más tarde, la mansión pasó a ser un colegio para niñas, pero también acaba por ser desalojada por el mismo motivo. Finalmente, la compra un magnate de la ciudad que al poco tiempo decide marcharse asustado también por las cosas extrañas que ocurrían. Actualmente, la casa ha sido redecorada y usada para apartamentos. Pero pese a los lavados de cara, la mansión sigue siendo una puerta al infierno donde los sucesos extraños y terroríficos no dejan de sucederse.
8 Voces del Más Allá [haz escuchar tu voz]:
Oye esta muy loco eso de las cirugias, solo una persona tan enferma haria cosas asi!!!
Buen relato!!!
¡Fria me eh quedado!
¡Madame Lalaurie! D: a eso se le llama cometer monstruosidades con clase.
No me la sabía Lilith, gracias por compartirlo, se te extraña desde mis aposentos.
Smuaks.
Esa es una pieza de historia que confieso no conocia. Muy interesante.
Vaya, nunca dejaré de sorprenderme de las capacidades de la mente humana y el nivel de locura que se puede alcanzar.
Interesante como siempre, agradeciendo estos espacios que me ayudan a conocer histórias y relatos que hasta el momento desconocia.
Saludos
Un ilustrativo artículo. Siempre es un placer escucharte
Un abrazo
¿y por que no has seguido publicando?
educavent:
¡Qué alegría recibirte en la Mansión!, en general me alegra mucho descubrir la visita de todos quienes se hospedan aquí a fin de descubrir las historias y leyendas que aquí se cuentan, pero esta ocasión en particular, contigo mi gusto de recibirte es todavía mayor luego del terremoto que sucedió en tu país a principios de marzo, ya que, si estás haciendo acto de presencia es porque ya todo ha vuelto a la normalidad.
Te envío un fortísimo abrazo, se te aprecia mucho desde México.
Gracias por tus palabras. Para mi es un enorme placer seguir tu blog.
Un abrazo grande para ti también
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